ARTE Y ENERGÍA SOLAR PARA SALVAR EL MEDIO AMBIENTE
Japón tiene un problema. Se debe a que la agricultura, los problemas ambientales y la producción de alimentos están estrechamente vinculados en el país y los tres ámbitos están bajo presión. Irónicamente, el problema no se debe al exceso de población en el territorio, sino a la falta de población. El número de trabajadores de la agricultura se reduce año tras año, ya que trabajar la tierra no es una opción popular entre los jóvenes, quienes prefieren las luces y las perspectivas que ofrece la gran ciudad. Esto implica que es cada vez más difícil para las personas que siguen trabajando la tierra producir alimentos y mantener los arrozales, los cuales cumplen un papel importante en la prevención de inundaciones y por ende en la protección del medio ambiente. Por este motivo, Canadian Solar recientemente auspició el concurso artístico “Descubriendo mi pueblo natal” como parte de una muestra de talentos jóvenes en la Exhibición de Arte Infantil de Tokio. “El objetivo del concurso fue que los niños conocieran su entorno y particularmente el trabajo con la naturaleza y la agricultura ecológica para crear un futuro próspero y sostenible”, según Taegyu Son de Canadian Solar Japan. “Lo auspiciamos para ayudar a promover la imagen de Canadian Solar como empresa ecológica y la energía solar con sus beneficios para el medio ambiente y la agricultura, especialmente en comparación con la energía no renovable”, indicó Taegyu Son. Se presentaron más de 8600 participantes de todo el país, que dieron paso a 19 finalistas seleccionados por un panel de jueces de Canadian Solar. “Hubo tantos participantes excelentes e inspirados de todas las edades que fue muy difícil elegir las 19 obras exhibidas y más aún elegir un ganador”, señaló Taegyu Son. Pero los jueces tomaron su decisión. Y el premio de Canadian Solar se entregó a Ryo Inoue de 5 años, de la prefectura de Kumamoto. Recibió los máximos honores por su inspirado uso del papel y los lápices de colores para representar la experiencia apasionantemente lodosa de plantar arroz bajo nada menos que cinco enormes soles en un cielo azul despejado. “Terminé comiéndome una parte del arroz que plantó la gente del dibujo”, señaló el joven artista Ryo en la ceremonia de premiación. “Estaba delicioso. Me hizo pensar en el lugar de donde viene y por eso dibujé la plantación de arroz”.